El viernes fue un día memorable para muchos estudiantes, debido a que se terminó un semestre más y también significó un adiós para muchos ya que fue su último semestre. Como es tradición dentro de la Facultad se llevan mariachis y se convive por un largo rato. Este año no fue la excepción lo malo es que cerraron los edificios y no hubo luz, pero eso no fue impedimento para pasar un buen rato en compañía de tus amigos.
Sin embargo, me da tristeza y nostalgia ya que comienzo a pensar que el siguiente año estaré ahí, junto con mis amigos; estamos en la última etapa de estudiantes, todo cambiará y realmente me da miedo saber que va a pasar después de nuestra carrera, enfrentarme a la realidad y a competir con millones de personas que estudiaron lo mismo que yo, en fin, son mil cuestiones que hay que analizar; pero por el momento sólo me preocupo por sacar buenas notas y mi tesis.
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